martes, 28 de abril de 2009

Intimidad

El aire en la habitación se movía de forma desigual y estaba caldeado. Salía de una boca para casi entrar en otra. Pequeños ruidos, roces, algo húmedo que besa una piel suave. el sordo chirrío de unas uñas bajando por una espalda. Alguien exhala. Alguien gime. alguien contiene un jadeo. Labios ansiosos que se hunden en una boca deseosa. Dos cuerpos desnudos que se funden, se unen y se separan alternativamanete. Unos dedos sedientos que se alimentan de las gotas de sudor que el calor de sus cuerpos va creando. Escalofríos y temblores recorren sus cuerpos haciendo que las mismisimas llamas del Infierno ardan a su alrededor. Una espada que se asquea. Un sonido ahogado y prolongado al que se une otro poco a poco. Un rozamiento que se va deteniendo despacio. Más labios que se juntan y lenguas que se tocan. Susurros y caricias. Palabras tiernas y respiraciones que se relajan. Movimientos de sábanas. Abrazos. Dos cuerpos juntos, pero ya no mezclados que poco a poco se van durmiendo. Dos corazones diferentes, independientes, que desde ese instante laten como si fuera solo uno.

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