viernes, 24 de abril de 2009

Círculo vicioso

Su vida era una rutina: despertarse, ducharse, vestirse, hacer la cama, desayunar y salir de casa hacia el mismo edificio alto e imponente. Allí entraba tras pasar los controles rutinarios, iba a las taquillas, cogía el material que necesitaba, iba al mostrador tras buscar lo que quería consultar, se pasaba horas y horas buscando, volvía a casa, se sentaba a esperar la hora de la cena y cenaba, esperaba a que le llegara el sueño y se dormía. Entonces su mente vagaba por distintos parajes, aunque siempre se detenía en el mismo. Una playa inesixtente, ya que ninguna escapa al control del hombre, no quedan playas vírgenes en las que se puede pasear en soledad al anochecer. Allí estaba agusto, feliz. Se sentía bien. Pero sabía que mucho más allá de la imaginación, la realidad no era así. Sonreía, se acariciaba la cabeza (pues hace mucho tiempo había renunciado a dejarse crecer el pelo) y caminaba hasta ese punto negro en la playa, el punto de retorno, el punto que le llevaría a la realidad, a la rutina. Aunque no se inmutaba, si el quisiera todo podría ser diferente o, al menos, en parte pero era cosa suya salir o no salir del círculo. Aunque todos lo decían, nos mal, otros bien: 'Si no has salido ya, es porque no te da la gana.' Él no se lo tomaba en cuenta, ellos tenían otros ojos y veían otras cosas que su espejo no le devolvía. Él no les culpaba. Recordó ese pensamiento mientras volvía a abrir los ojos, se desperezaba y comenzaba a pensar si alguna vez las piezas dejarían de encajar en su círculo.

2 comentarios:

  1. Circulo vicioso de la tonteria.Asi no vives,malvives.Sabes que amo lo que escribes.Y amo esto,que es puro reflejo de una cosa que tu no quieres cambiar.
    Eso que tu sabes y yo tambien, señorito.

    ResponderEliminar
  2. Quizás algún día llegue alguien que rompa los esquemas de su rutina. Entonces él deberá vivir el día a día, sin saber lo que le deparará el futuro :)


    Un beso MUYGRANDE, te sigo.

    ResponderEliminar