miércoles, 29 de abril de 2009

Alicia en el País de las Maravillas

Alicia estaba sentada en el porche de una típica casa de campo americana. Estaba en un sofá de mimbre, miraba e intentaba leer un libro. Pero su cabeza se alzaba continuamente para mirar como jugaban a lo lejos. A pesar de la distancia podía ver perfectamente que eran un niño y una niña.Que era rubios y tenían los ojos azules. La parte de Alicia que era consciente de que todo aquello era un sueño, se preguntó como podía tener dos hijos rubios y de ojos azules sino conocía ningún hombre con esas características y, evidentemente, esos rasgos no podían haberlos heredado de ella. La parte de Alicia que creía que todo aquello era real, sonrió, bajo la vista al libro, su libro favorito, y releyó por decimonovena vez la misma línea. En mitad de toda aquella mezcla de sensaciones y pensamientos, un par de pies asomaron desde el interior de la casa. Ambas partes de Alicia supieron que era el padre de los niños, una figura que transmitía algo de autoridad, seguridad y tranquilidad. Ambas partes de Alicia comenzaron a girar su cabeza para mirar a ese hombre. No puedo ver su rostro. la burbuja del sueño estalló con el repiqueo de un sonido contundente producido por el despertador. La Alicia que se negaba a despertarse tuvo que moverse por su cama hasta llegar al despertador y apagarlo con un golpe seco. Abrió despacio los ojos y miró a su alrededor. Su cama estaba vacía. Suspiro. Y se levantó.

1 comentario:

  1. Alicia esperaba que el sueño no acabara.Conozco la sensacion.
    Genial,me encanta y lo sabes.
    Besos de colores (LL

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