miércoles, 8 de julio de 2009

1. Empezando.

Todo tiene un principio. La vida también. La mía empezó hace algunos años y si has leído el titulo te puede chocar. No es una historia de ciencia ficción, ni de fantasía, ni me he muerto y he vuelto a la vida, ni estoy rememorando mi pasado, tal vez no sea real y simplemente sea el personaje creado por la persona que decidió escribir esta historia e incluirme en ella. Estoy siendo demasiado complejo, bastaría con algo como:

- Hola, soy Jorge y tengo 27 años.

Aunque parece la presentación en un grupo de ayuda social y no es el caso, sin pretender faltar a ningún de estos grupos. Pero no tomo ninguna sustancia nociva para el organismo, aunque puede que beba algo, sin pasarse, alguna vez; tampoco fumo, lo deje hace un tiempo, no mucho. No tengo ningún tipo de problema ni físico ni psíquico, tampoco me estoy muriendo. Se podría decir que soy un tipo normal.


Soy un chico heterosexual que no tiene problemas con los gustos ni la forma de ser de los demás. Respeto todas las razas, las inclinaciones religiosas y sexuales, puede que me de un poco de palo que un chico pretenda ligar conmigo y tenga que decir:


- Lo siento, pero no entiendo.

Es molesto para el que lo dice, pero debe serlo mucho más para el que lo escucha: él había pensado que eras su plan para esa noche y acabas chafando ese plan. Todo se reduce a un desacuerdo entre las partes. Distintos gustos.


Tampoco tengo problemas con el color de la piel, de los ojos o del pelo de la gente que me rodea. En cuanto a la personalidad, bueno, todos somos distintos y no todo el mundo encaja con el resto del mundo. Son cosas que pasan. La vida serie más pacifica si todos nos entendiéramos a todo el mundo, pero a la larga, y en definitiva, acabaría siendo más aburrida. No me gusta discutir ni las peleas, y tal vez leyendo esto y lo anterior pueda sonar a contradicción, pero mi yo anterior era peor y prefiero no pararme ha hablar de él, suficiente tiempo de mi vida a ocupado ya como para que también ocupe páginas de esta historia.


Soy alto, aunque no muy guapo, pero tengo mi encanto. Gasto algunas horas en raparme la cabeza, los años no perdonan, pero no importa, no los cambiaría por nada, ni por una melena hasta los pies. Soy simpático, se escuchar a la gente, aunque he aprendido a no callarme. Me gusta que la gente esté de buen humor, así que hago lo posible porque lo estén, por eso se hacer reír a la gente.


Parezco el chico perfecto, un buen partido, pero ni estoy tratando de ligar con nadie ni es oro todo lo que reluce, tengo mis defectos, que pueden ser muchos y muy malos, pero tendrás que descubrirlos. Si, si, también me gusta ser un poco chulo y darle picardía a la vida, son dos días, sí que pásalos lo mejor que puedas en todos los sentidos, no solo desfasando: haz algo que te guste de verdad, haz algo que no te atreverías a hacer ya sea porque no es de tu estilo, porque te asusta o te impone respeto, muéstrate tal y como eres sin importarte lo que digan o piensen los que te conocen y mucho menos los desconocidos, haz que tu chica o tu chico o esa persona que te gusta y que no lo sabe sonría y ría como nunca… supongo que se entiende a que me refiero y no me tengo que extender más para que parezca un libro de autoayuda, pues esa no es la intención.


Cuando decides renacer, empezar una nueva vida o simplemente cambiar no sabes por donde empezar, tienes una idea, un objetivo, pero como llevarlo a cabo o como llegar hasta ello… eso es otro cantar. Eso si, siempre despacito y con buena letra, poco a poco y sin perder la cabeza. Más o menos pasa lo mismo con esta historia, no se sabe muy bien de que trata, ha empezado de una forma un poco extraña, no ha dejado nada claro, puede hasta parecer que esta desdibujada, como si fuera un lienzo mojado o una fotografía medio revelada. En ambos casos no se ven bien los colores.


A base de comparaciones hemos llegado al punto y final. Continúa en la siguiente página.

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