viernes, 1 de mayo de 2009

Hoy II

El metro. La gente empujando al entrar y salir. Otros colgado de barras para sostenerse. A otros no le hacen falta. Cristian resoplaba. Madrugada. Primer día e iba algo tarde para ese trabajo que había surgido de la nada. Una llamada de una compañía importante. Se rió al teléfono durante un rato pensando que era una broma de mal gusto. Pero al final se dio cuenta que era algo serio y no dejó de estar colorado hasta que salió con buena impresión de la entrevista de trabajo. Y allí estaba. De camino al trabajo. suerte que el azar en muchas ocasiones jugaba de su parte. Llegó antes d elo que pensaba. Tuvo que esperar en la recepción hasta que llegó el jefe que lo había contratado.Saludo a todo el mundo que pasaba y cuando la rubia recepcionista le hizo un gesto. Se levantó y se fue detrás del hombre trajeado que hablaba sin parar. Él intentaba asentir aunque no seguía el hilo de la conversación. Solo fue a decir algo cuando se paró en la sala de reuniones. Pero entonces aquella mujer que esperaba allí se volvió, tendió y estrrechó su mano involuntariamente mientras su corazón se aceleraba. La reconoció y era más hermosa de lo que su sueño había mostrado, más de lo que recordaba. Era ella y a la vez no lo era. Su voz no había cambiado. Había crecido. Era una mujer. Hola, Alicia. Fue lo único que pudo decir durante todo ese día.

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